Electrocoagulación de iones de metales pesados en aguas residuales: Una revisión

La presencia de metales pesados en el agua para consumo humano tiene su origen en las actividades antropogénicas o en procesos naturales. Los seres humanos pueden estar expuestos a 23 de estos minerales que son tóxicos en dosis grandes o pequeñas y pueden afectar diversos órganos, desencadenar enfermedades como Parkinson y Alzheimer por acumulación progresiva o provocar cáncer. Los métodos de tratamiento pretenden abatir la concentración de metales pesados en matrices acuosas, al mismo tiempo que se manifiestan como una solución. La tecnología electroquímica denominada electrocoagulación ha sido usada con éxito para remover cadmio, cobre, cromo, manganeso, mercurio, níquel y cinc en el laboratorio sin descartar, aunque con menor frecuencia, la escala piloto. Se revisaron artículos sobre investigaciones en este tema desarrolladas entre 2015 y 2022 en diversos países y se concluye que electrocoagulación tiene el potencial para propiciar un uso exitoso en plantas de tratamiento pequeñas debido a sus ventajas, entre ellas que no requiere del suministro suplementario de algún compuesto químico en su concepción más básica, genera menor cantidad de lodos, la selección de los materiales electródicos y el acomodo dentro de la celda son relevantes para lograr resultados superiores y el costo energético razonable por cada metro cúbico de agua procesada.